lunes, 6 de agosto de 2012

Ansiada oportunidad


Ansiada oportunidad

Fue con el recorrido de los días en el tiempo el único que me revelo que sin entereza la espera seria más insoportable, pude averiguar también que si esta no iba acompañada o aderezada por una pizca de cordura o reflexión, podría volverse un insufrible martirio.

Como norma guardaba los días pasados en mi corazón, pues ninguno de ellos llegue a despreciar jamás, comprendí que todo y en toda vida podría mudarse en experiencia y de ay en lección.
Por aquel entonces se me hacia difícil apreciar con mas detenimiento del porque de tal ralentizada espera, y así procurando ser fiel a mis principios, nunca intente controlar ni imponer ninguna ley que pretendiera acelerar tales acontecimientos, y sacarlos de su curso natural, entendí que aquel no podía ni debía ser mi cometido, solo podía decretar palabras y frases de auxilio al maestro, porque sabia que existía un día y una hora, que solo esta podía mas que yo

Conforme iban sucediendo los días, estos y sin yo pretenderlo me llevaron a conocer casi a la perfección, esquinas, callejuelas, plazas o recovecos de cualquiera de las calles de mi modesta ciudad, anotando con mayor exactitud cuanto me rodeaba, aprecie que no solo podía ser yo quien pretendía rendir pleitesía a esa paciente espera, sino que somos todos en cierta medida los que bajo este cielo tenemos una pequeña o gran historia que contar, y que todos sin excepción estamos bajo la coacción de nuestro espacio.
Mientras aquella congoja me oprimía todo mi ser hasta desear asfixiarme, preferí sin mas remedio reconciliarme conmigo mismo y así tratar de no implicar a cuantos me rodeaban en un problema que solo me incumbía a mi, porque ya fuere de una condición u otra sabia desde un principio que aquello que por ley a todos nos incumbe, un día a lo mas tardar se nos 
seria revelado.
Si tu desanimo en la espera se reconcilia en la presencia de Dios, será mas amena y placentera, recuerda siempre que es solo El, quien conoce a la perfección ese tú día exacto, y aquella hora en la que tendrás que recomenzar.
Pero si en cambio, eres tú de aquellas personas que suelen esperar sentado a que otras como tú la lleven de la mano, ¡vamos ya!
Permíteme una pregunta, ¿y si ese alguien tan ansiado por ti, nunca apareciese? cuanto de tu tiempo desperdiciado, ¡o no!, ello te aleja de tu responsabilidad, primero para contigo mismo, porque no quieres reconocer de que careces de la suficiente valentía y decisión, y que aun hoy todavía no te quieres dar cuenta realmente que nunca nos hizo falta que nadie tuviera que aparecer para decirnos cuando comenzar a ejecutar la obra de Dios.
Nunca dejéis que los demás digan por vosotros, el respeto hacia vuestro libre albedrío es primordial, porque al igual que a todos, a estos también la vida los cargara de canas y años, y de lo que en el pasado se apremiaron para prometer es solo el tiempo y su fuerte voluntad la que harán que aquellas pesadas promesas desaparezcan.
Ahora que tu conciencia respira juventud, ¡actúa!, luego achacoso e impedido por los años te desesperaras, aunque siempre he dicho que nunca es tarde y agradable si en lo que empleas tu ultimo tiempo es en hacer la voluntad de Dios.
En aquellos años en los que tú creías que esta tierra era eso y nada mas, tus dudas por fin quedaron satisfechas al percatarte que esta se convirtió en un lugar donde esperar para aprender, nacer a si para crecer, y vivir para saber morir, esto es algo por lo que todos sin excepción un día tendremos que descubrir.

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