lunes, 10 de septiembre de 2012

El Éxito


El Éxito

Los muros de las dificultades deben ser derribados y el éxito debe venir por el esfuerzo, mediante la presión unida de las almas decididas, que siguen adelante hacia la victoria, a pesar de todas las probabilidades en contra. El esfuerzo unido y definido debe ser llevado adelante sin desaliento ni vacila­ciones, con la debida atención al factor tiempo, a la vez que con sentido de apremio, lo cual evitará todo movimiento inútil y no habrá oportunidad de retroceder. Muchas personas colaborarían, hermano mío, pero no lo hacen actualmente debido al temor o por hacer resaltar demasiado lo no esencial. Me refiero aquí a las personas de buena voluntad que se dan cuenta de la urgencia del trabajo de los Maestros, pero que todavía no prestan su ayuda en plena medida. Hay también quienes no se dan cuenta de la urgencia y son inconscientes de lo inmediato del Plan, o de que existe un Plan. Sin embargo, si se les explicara el asunto, prestarían ayuda... El esfuerzo concentrado y dirigido puede tener resultado, a pesar de las condiciones del mundo, de la mala interpretación de quienes no comprenden y de la carencia de responsabilidad en la respuesta dada por nuestros condiscípulos, cercanos o lejanos.


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