lunes, 3 de septiembre de 2012

Apreciación


Apreciación

Nuestra sociedad actual continuamente nos enseña a “desear más”, “necesitar más”, “ser más”, “hacer más”, etc. Somos constantemente influidos a percibir lo que está ‘faltando’ para motivarnos a comprar más, trabajar más, pagar más impuestos y ser una “buena oveja consumista”. Muy raramente nos detenemos a pensar en TODO lo que tenemos, empezando con el don de la Vida y el libre albedrío mental. A través de ese filtro perceptual desvirtuado, empezamos a cultivar una mutación ‘desarrollada’ de conciencia mental. Y con este cambio de conciencia, empezamos a creer que “tenemos derecho a compensación”, que “alguien NOS DEBE” (DIOS, el Universo, nuestros padres, cónyuge, hijos, empleador, gobierno, etc…). Una vez caemos en esta trampa mental del “Usted ME DEBE”, nos afectamos al continuar una frustración auto-impuesta, mientras que fijemos expectativas irreales e inciertas sobre la vida, los demás y nosotros mismos. A menudo podríamos enfadarnos o herir a otros cuando encontramos que el universo no encaja con nuestras “representaciones” figuradas. “NADIE NOS DEBE NADA”. Si sentimos que se nos “debe”, entonces estamos recibiendo una CONCIENCIA DE CARENCIA y un vacío dentro del Ser está siendo reconocido. Si damos a otro con el fin de RECIBIR para nosotros mismos (como lo hacen los bancos y con frecuencia los padres, cónyuges o amantes), y el otro no “devuelve” lo que esperábamos recibir, podemos sentir que se nos “engaña”, “se aprovechan” o “están en deuda”. De hecho, estas situaciones emergen con frecuencia en nuestras vidas como lecciones para enseñarnos que el acto de dar debe hacerse SOLO DANDO, y no por el beneficio esperado. Si damos lo que deseamos dar por el solo gozo de dar, no sentiremos que se nos deba. Si vivimos por el gozo de dar, sin forzar nuestras exigencias o expectativas de la vida, no sentiremos “la escasez en nuestras vidas!” No importa lo que su vecino posea porque al compararnos entre sí para “medimos” mutuamente, estamos siendo, en efecto, continuamente distraídos para no ver y utilizar las bendiciones que son nuestras. Podemos trabajar para cultivar la habilidad de APRECIAR incluso el más pequeño de los dones, bendiciones y gestos, y así empezaremos a crear una vida que por lo menos sea “medio llena” y no “medio vacía”. En términos de física universal, hacia donde enfocamos nuestra atención, eso atraemos; lo que resista, persiste y a aquello hacia lo cual no se da la energía de la apreciación, no se manifestará el derecho a ser experimentado. Cuando usted aborda el mundo a través del filtro elegido de un acto genuino de DAR, usted se convierte, en efecto, en un “transmisor eléctrico”, enviando energía al mundo alrededor suyo. Al liberar energía eléctrica en esta forma, usted se torna más “magnético”, puesto que el envío de energía crea vórtices magnéticos al interior de la Rejilla Diódica de su anatomía kathara. Los puntos diódicos “magnetizados despliegan entonces un mayor suministro de energía universal en una frecuencia y calidad de energía superior, con el fin de re-llenar el vacío energético creado mediante el acto de “dar”. Cuando usted enfoca el mundo con la actitud de “obtener”, este proceso físico natural se invierte. Entre más trate de “obtener” energía del mundo exterior, mayor cantidad de energía queda “atascada” en la Rejilla Diódica en forma de miasmas. Los miasmas reducen progresivamente la cantidad y disminuyen la frecuencia de las energías naturales que usted pueda internamente extraer de la fuente universal. El dar, incluso en la forma más simple de dispensar apreciación, conserva el flujo de energía natural. Cualquiera sea lo dado por usted, le será retornado de manera amplificada. Sin embargo, esto también trabaja en reversa y cuando se ofrece una fea actitud, arrogancia y/o “basura” egoica, fluirá más de lo mismo en su camino. Aprecie lo que tiene. ÁMELO, encuentre perspectivas a través de las cuales su gozo pueda ser conocido, y sepa que en el acto de la apreciación genuina por sí misma, usted empezará a soltar los poderes para manifestar más de lo que desea y menos de la ilusión de carencia. La trampa mental: el “Universo Me Debe”, es uno de los juegos de auto-sabotaje más poderosos en el mundo. Cámbielo por una apreciación consistente y su mundo se expandirá progresivamente para sostener la realidad de las cosas que usted más desea. Si siente que el mundo se aprovecha de usted y se resiente por tener sus deseos insatisfechos, USTED SE ESTÁ DEBIENDO ALGO! Usted se debe a sí mismo una mayor comprensión de la naturaleza de la creación y un mejor uso de su poder personal dentro del juego de la creación de la vida. AGRADEZCA a la FUENTE DIVINA con mayor frecuencia… para ayudarse a recordar qué cosas tiene que apreciar y muchas más de ese tipo serán dispuestas a lo largo de su camino.

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