Apreciación
Nuestra sociedad
actual continuamente nos enseña a “desear más”, “necesitar más”, “ser más”,
“hacer más”, etc. Somos constantemente influidos a percibir lo que está
‘faltando’ para motivarnos a comprar más, trabajar más, pagar más impuestos y ser
una “buena oveja consumista”. Muy raramente nos detenemos a pensar en TODO lo
que tenemos, empezando con el don de la Vida y el libre albedrío mental. A
través de ese filtro perceptual desvirtuado, empezamos a cultivar una mutación
‘desarrollada’ de conciencia mental. Y con este cambio de conciencia, empezamos
a creer que “tenemos derecho a compensación”, que “alguien NOS DEBE” (DIOS, el
Universo, nuestros padres, cónyuge, hijos, empleador, gobierno, etc…). Una vez
caemos en esta trampa mental del “Usted ME DEBE”, nos afectamos al continuar
una frustración auto-impuesta, mientras que fijemos expectativas irreales e
inciertas sobre la vida, los demás y nosotros mismos. A menudo podríamos
enfadarnos o herir a otros cuando encontramos que el universo no encaja con
nuestras “representaciones” figuradas. “NADIE NOS DEBE NADA”. Si sentimos que
se nos “debe”, entonces estamos recibiendo una CONCIENCIA DE CARENCIA y un
vacío dentro del Ser está siendo reconocido. Si damos a otro con el fin de
RECIBIR para nosotros mismos (como lo hacen los bancos y con frecuencia los
padres, cónyuges o amantes), y el otro no “devuelve” lo que esperábamos
recibir, podemos sentir que se nos “engaña”, “se aprovechan” o “están en
deuda”. De hecho, estas situaciones emergen con frecuencia en nuestras vidas
como lecciones para enseñarnos que el acto de dar debe hacerse SOLO DANDO, y no
por el beneficio esperado. Si damos lo que deseamos dar por el solo gozo de
dar, no sentiremos que se nos deba. Si vivimos por el gozo de dar, sin forzar nuestras
exigencias o expectativas de la vida, no sentiremos “la escasez en nuestras
vidas!” No importa lo que su vecino posea porque al compararnos entre sí para
“medimos” mutuamente, estamos siendo, en efecto, continuamente distraídos para
no ver y utilizar las bendiciones que son nuestras. Podemos trabajar para
cultivar la habilidad de APRECIAR incluso el más pequeño de los dones,
bendiciones y gestos, y así empezaremos a crear una vida que por lo menos sea
“medio llena” y no “medio vacía”. En términos de física universal, hacia donde
enfocamos nuestra atención, eso atraemos; lo que resista, persiste y a aquello
hacia lo cual no se da la energía de la apreciación, no se manifestará el
derecho a ser experimentado. Cuando usted aborda el mundo a través del filtro
elegido de un acto genuino de DAR, usted se convierte, en efecto, en un
“transmisor eléctrico”, enviando energía al mundo alrededor suyo. Al liberar
energía eléctrica en esta forma, usted se torna más “magnético”, puesto que el
envío de energía crea vórtices magnéticos al interior de la Rejilla Diódica de
su anatomía kathara. Los puntos diódicos “magnetizados despliegan entonces un
mayor suministro de energía universal en una frecuencia y calidad de energía
superior, con el fin de re-llenar el vacío energético creado mediante el acto
de “dar”. Cuando usted enfoca el mundo con la actitud de “obtener”, este
proceso físico natural se invierte. Entre más trate de “obtener” energía del
mundo exterior, mayor cantidad de energía queda “atascada” en la Rejilla
Diódica en forma de miasmas. Los miasmas reducen progresivamente la cantidad y
disminuyen la frecuencia de las energías naturales que usted pueda internamente
extraer de la fuente universal. El dar, incluso en la forma más simple de
dispensar apreciación, conserva el flujo de energía natural. Cualquiera sea lo
dado por usted, le será retornado de manera amplificada. Sin embargo, esto
también trabaja en reversa y cuando se ofrece una fea actitud, arrogancia y/o
“basura” egoica, fluirá más de lo mismo en su camino. Aprecie lo que tiene.
ÁMELO, encuentre perspectivas a través de las cuales su gozo pueda ser
conocido, y sepa que en el acto de la apreciación genuina por sí misma, usted
empezará a soltar los poderes para manifestar más de lo que desea y menos de la
ilusión de carencia. La trampa mental: el “Universo Me Debe”, es uno de los
juegos de auto-sabotaje más poderosos en el mundo. Cámbielo por una apreciación
consistente y su mundo se expandirá progresivamente para sostener la realidad
de las cosas que usted más desea. Si siente que el mundo se aprovecha de usted
y se resiente por tener sus deseos insatisfechos, USTED SE ESTÁ DEBIENDO ALGO!
Usted se debe a sí mismo una mayor comprensión de la naturaleza de la creación
y un mejor uso de su poder personal dentro del juego de la creación de la vida.
AGRADEZCA a la FUENTE DIVINA con mayor frecuencia… para ayudarse a recordar qué
cosas tiene que apreciar y muchas más de ese tipo serán dispuestas a lo largo
de su camino.
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