¿Qué es HAARP?
El investigador Guillermo León Jiménez escribía el 7 de noviembre de 2001:
Para quien aún no esté en
sintonía, HAARP son las siglas de HIGH FREQUENCY
ACTIVE AURORAL RESEARCH PROGRAM (Programa de Investigación de Aurora Activa de
Alta Frecuencia), cuyas instalaciones están ubicadas en Gakona, Alaska, y es un
programa de investigación científica y académica, pero que paradójicamente está
gestionado por la Fuerza Aérea de los EE. UU. y la Marina de los EE. UU.
El funcionamiento de HAARP se basa en la emisión de ondas electromagnéticas hacia nuestra atmósfera para su estudio, concretamente hacia la ionosfera; dicha capa se extiende a unos 80 kilómetros de la superficie terrestre hasta los 800 Km., conteniendo principalmente partículas ionizadas.
Este medio ionizado, provoca que las ondas electromagnéticas, sean reflejadas o absorbidas; dichos reflejos o rebotes ionosféricos son utilizados (cada vez menos) para las comunicaciones a gran distancia, prueba de ello son las emisoras de onda corta que podemos sintonizar a lo largo de una noche, dependiendo del estado de la ionosfera y las frecuencias, podremos escuchar emisoras que estén a miles de kilómetros, y que llegan a nuestros receptores gracias a la ionosfera, que actúa como espejo.
Hasta aquí hemos descrito la parte "oficial" de la cuestión, pero ¿por qué hay quien cree que detrás de HAARP se oculta algo más, extraños experimentos de modificación del clima, de control de la mente y de producir incluso terremotos?
Ciertamente algo de base científica asoma en todo este asunto, HAARP con sus cientos de millones de vatios de potencia y antenas se puede considerar como un verdadero "calefactor" de la alta atmósfera, provocando una tremenda ionización que puede acarrear consecuencias imprevisibles, y que gracias a su efecto "espejo" podría dirigir sus efectos hacia cualquier zona del planeta, estaríamos hablando de un nuevo tipo de arma, capaz de intensificar tormentas, prolongar sequías, sobre territorio de un supuesto enemigo, y perjudicándolo sin que éste se diera cuenta sin más.
Regresando a Argentina, cabe señalar que en los últimos años las inundaciones han sido particularmente catastróficas, anegando buena parte de lo que se conoce como "pampa húmeda", alguna vez la región agroganadera más fértil y extensa del planeta.
Se tiene la incómoda sensación de que las copiosísimas lluvias que le dieron origen (en una de las localidades llovió en 24 horas lo que habitualmente llueve en un año) son mucho más que un capricho climático, o el efecto tercermundista de un calentamiento global.
Comprenderán la sospecha de que el uso de tecnologías como HAARP cae de ello dentro de las estrategias bélico-económicas (de alguna manera hay que llamarlas) anticipadas en "Visión Conjunta 2020".
¿Como un dato accesorio? El jueves 8 llegó a la ciudad de Paraná (separada de la de Santa Fe por apenas 30 kilómetros y el río homónimo) una misión estadounidense como "observadores y asesores".
¿De alguna comisión experta en catástrofes naturales? No ¿De alguna oficina estatal norteamericana de asuntos hidrológicos? Tampoco ¿De la Oficina Metereológica del gran país del Norte? Menos.
Eran -según anticipó emocionado vía telefónica Eduardo Amadeo, embajador argentino ante EE.UU., del Pentágono. Por favor, que alguien explique desde cuándo el Pentágono participa de "misiones humanitarias", asesora gobiernos ante cataclismos naturales, atacados de un sorpresivo hábito de fraterna solidaridad con los inundados. Que sepamos (que alguien demuestre lo contrario) al Pentágono sólo le incumben operaciones militares.
Tímida y ambiguamente, este martes 13 se anunció el arribo de una "superbomba" extractora de agua enviada por dicho organismo, (en realidad la citada bomba para extraer agua fue de capacidad varias veces menor a las que ya están trabajando) pero lo cierto es que sigue despertando sospechas y desconfianzas entre los pobladores locales esa extraña presencia militar, más coherente con un grupo de observadores de los efectos colaterales no deseados -o sí- de su propia tecnología que con una cruzada humanitaria.
Más aún, el miércoles 7 (24 horas antes del arribo de esa misión) el gobernador de la provincia de Santa Fe, Carlos Reutemann, brindó una conferencia de prensa acompañado de un representante del Banco Mundial quien, por supuesto, garantizó el inmediato otorgamiento de un préstamo a la provincia para subvenir a sus necesidades.
El funcionamiento de HAARP se basa en la emisión de ondas electromagnéticas hacia nuestra atmósfera para su estudio, concretamente hacia la ionosfera; dicha capa se extiende a unos 80 kilómetros de la superficie terrestre hasta los 800 Km., conteniendo principalmente partículas ionizadas.
Este medio ionizado, provoca que las ondas electromagnéticas, sean reflejadas o absorbidas; dichos reflejos o rebotes ionosféricos son utilizados (cada vez menos) para las comunicaciones a gran distancia, prueba de ello son las emisoras de onda corta que podemos sintonizar a lo largo de una noche, dependiendo del estado de la ionosfera y las frecuencias, podremos escuchar emisoras que estén a miles de kilómetros, y que llegan a nuestros receptores gracias a la ionosfera, que actúa como espejo.
Hasta aquí hemos descrito la parte "oficial" de la cuestión, pero ¿por qué hay quien cree que detrás de HAARP se oculta algo más, extraños experimentos de modificación del clima, de control de la mente y de producir incluso terremotos?
Ciertamente algo de base científica asoma en todo este asunto, HAARP con sus cientos de millones de vatios de potencia y antenas se puede considerar como un verdadero "calefactor" de la alta atmósfera, provocando una tremenda ionización que puede acarrear consecuencias imprevisibles, y que gracias a su efecto "espejo" podría dirigir sus efectos hacia cualquier zona del planeta, estaríamos hablando de un nuevo tipo de arma, capaz de intensificar tormentas, prolongar sequías, sobre territorio de un supuesto enemigo, y perjudicándolo sin que éste se diera cuenta sin más.
Regresando a Argentina, cabe señalar que en los últimos años las inundaciones han sido particularmente catastróficas, anegando buena parte de lo que se conoce como "pampa húmeda", alguna vez la región agroganadera más fértil y extensa del planeta.
Se tiene la incómoda sensación de que las copiosísimas lluvias que le dieron origen (en una de las localidades llovió en 24 horas lo que habitualmente llueve en un año) son mucho más que un capricho climático, o el efecto tercermundista de un calentamiento global.
Comprenderán la sospecha de que el uso de tecnologías como HAARP cae de ello dentro de las estrategias bélico-económicas (de alguna manera hay que llamarlas) anticipadas en "Visión Conjunta 2020".
¿Como un dato accesorio? El jueves 8 llegó a la ciudad de Paraná (separada de la de Santa Fe por apenas 30 kilómetros y el río homónimo) una misión estadounidense como "observadores y asesores".
¿De alguna comisión experta en catástrofes naturales? No ¿De alguna oficina estatal norteamericana de asuntos hidrológicos? Tampoco ¿De la Oficina Metereológica del gran país del Norte? Menos.
Eran -según anticipó emocionado vía telefónica Eduardo Amadeo, embajador argentino ante EE.UU., del Pentágono. Por favor, que alguien explique desde cuándo el Pentágono participa de "misiones humanitarias", asesora gobiernos ante cataclismos naturales, atacados de un sorpresivo hábito de fraterna solidaridad con los inundados. Que sepamos (que alguien demuestre lo contrario) al Pentágono sólo le incumben operaciones militares.
Tímida y ambiguamente, este martes 13 se anunció el arribo de una "superbomba" extractora de agua enviada por dicho organismo, (en realidad la citada bomba para extraer agua fue de capacidad varias veces menor a las que ya están trabajando) pero lo cierto es que sigue despertando sospechas y desconfianzas entre los pobladores locales esa extraña presencia militar, más coherente con un grupo de observadores de los efectos colaterales no deseados -o sí- de su propia tecnología que con una cruzada humanitaria.
Más aún, el miércoles 7 (24 horas antes del arribo de esa misión) el gobernador de la provincia de Santa Fe, Carlos Reutemann, brindó una conferencia de prensa acompañado de un representante del Banco Mundial quien, por supuesto, garantizó el inmediato otorgamiento de un préstamo a la provincia para subvenir a sus necesidades.
Con lo que pareciera se
cierra un círculo: efectos devastadores en un país del Tercer Mundo de
tecnología experimental del Primero, con la jugosa consecuencia de abrochar
otro negocio que engrosará la monstruosa deuda pública de este país, pesada
herencia que nuestros hijos deberán pagar, no ya con fondos inexistentes, sino
con recursos naturales...
El clima como arma de guerra
Las investigaciones relacionadas con este proyecto existen desde los años 60, pero es ahora cuando se han retomado, reunido y dotado de fondos
El proyecto será probablemente 'vendido' al público como un escudo espacial contra la entrada de armas al territorio nacional o, para los más ingenuos, como un sistema para reparar la capa de ozono". Lo que se refleja claramente en los artículos publicados sobre el tema es que todos los proyectos del Ministerio de Defensa estadounidense están agrupándose en uno.
El clima como arma de guerra
Las investigaciones relacionadas con este proyecto existen desde los años 60, pero es ahora cuando se han retomado, reunido y dotado de fondos
El proyecto será probablemente 'vendido' al público como un escudo espacial contra la entrada de armas al territorio nacional o, para los más ingenuos, como un sistema para reparar la capa de ozono". Lo que se refleja claramente en los artículos publicados sobre el tema es que todos los proyectos del Ministerio de Defensa estadounidense están agrupándose en uno.
Tiene un transmisor, que
consiste en 360 antenas de 22 metros de alto, puede emitir poderosas ondas de
alta y baja frecuencia con cargas electromagnéticas hacia la ionosfera, esta
capa de la atmósfera actúa como un espejo, devolviéndolas a la superficie
terrestre convertida en las ondas más bajas del espectro electromagnético. Esto
causa que se caliente y se haga un agujero no menor de 50 Km. de diámetro en
ésta.
La versión oficial estadounidense es que con este sistema se pueden emitir comunicaciones más allá del horizonte sin necesidad de recurrir a los satélites, mejorar las comunicaciones con los submarinos, hacer prospecciones petrolíferas o de yacimientos minerales, o detectar aviones o misiles que vuelen bajo y ofensivamente inclinarían la balanza a la hora de invadir un país, tras conocer que tiene pozos petrolíferos o minerales aún sin explotar.
Pero, los científicos ven con alarma, que este sistema puede alterar el clima, y si ello consigue hacerse controladamente, utilizarlo como un arma. De esta manera, pueden producirse tormentas, sequías o huracanes para arruinar un país.
El funcionamiento de los calentadores ionosféricos que utiliza el Programa HAARP se puede comparar con un gran horno microondas: "al disparar a zonas bajas producirías un calentamiento de la baja atmósfera, sería un calentamiento local y haría que el agua contenida en todos los seres vivos que estuviesen expuestos, se calentara y les produjera la muerte.
Un calentamiento en la alta atmósfera es impredecible, porque estaría provocando desde una alteración local del clima hasta alterar las propiedades de 'filtro' que tiene la atmósfera. Con ello, los rayos cósmicos que vienen del espacio dejarían de filtrarse en la ionosfera, y harían llegar su radiación a la superficie de la tierra".
Para muchos científicos, las pruebas del HAARP serían responsables de la ola de calor que hizo subir en Melilla la temperatura de 24 a 41 grados en cinco minutos.
La versión oficial estadounidense es que con este sistema se pueden emitir comunicaciones más allá del horizonte sin necesidad de recurrir a los satélites, mejorar las comunicaciones con los submarinos, hacer prospecciones petrolíferas o de yacimientos minerales, o detectar aviones o misiles que vuelen bajo y ofensivamente inclinarían la balanza a la hora de invadir un país, tras conocer que tiene pozos petrolíferos o minerales aún sin explotar.
Pero, los científicos ven con alarma, que este sistema puede alterar el clima, y si ello consigue hacerse controladamente, utilizarlo como un arma. De esta manera, pueden producirse tormentas, sequías o huracanes para arruinar un país.
El funcionamiento de los calentadores ionosféricos que utiliza el Programa HAARP se puede comparar con un gran horno microondas: "al disparar a zonas bajas producirías un calentamiento de la baja atmósfera, sería un calentamiento local y haría que el agua contenida en todos los seres vivos que estuviesen expuestos, se calentara y les produjera la muerte.
Un calentamiento en la alta atmósfera es impredecible, porque estaría provocando desde una alteración local del clima hasta alterar las propiedades de 'filtro' que tiene la atmósfera. Con ello, los rayos cósmicos que vienen del espacio dejarían de filtrarse en la ionosfera, y harían llegar su radiación a la superficie de la tierra".
Para muchos científicos, las pruebas del HAARP serían responsables de la ola de calor que hizo subir en Melilla la temperatura de 24 a 41 grados en cinco minutos.
Así describió la
noticia el diario EL PAIS, en su edición digital en Internet:
"Un raro fenómeno eleva
la temperatura de 24 a 41 grados en cinco minutos", Melilla se convirtió
ayer por unos minutos en un gran horno al aire libre debido a un fenómeno
meteorológico insólito.
A las 8.24, la temperatura
subió 17 grados en sólo cinco minutos: de los 24 a los 41 grados. Por fortuna,
en el siguiente cuarto de hora la temperatura volvió a sus cauces.
Pero, para colmo, a las
diez de la mañana volvió a darse una versión más moderada del mismo poltergeist
meteorológico, esta vez con un calentamiento súbito de sólo 15 grados.
Alteraciones mentales
Si resulta escalofriante y casi de ciencia ficción imaginar que el Gobierno de Bush se prepara para dominar el clima a su antojo, más estremecedor es constatar un dato evidente: el efecto que una emisión de ondas de baja frecuencia tiene en el cerebro de todas las especies del planeta.
Un documento de la Cruz Roja Internacional advierte de los efectos negativos de la energía radiada e indica las bandas de frecuencia que los produciría. Éstas se corresponden con las que puede transmitir el HAARP. (En Física se les denomina "Ondas transversal-magnéticas". Estas ondas Schumann vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres humanos y de todos los mamíferos en general, a saber: en 7,8 Hertz - ciclos por segundo).
Casualmente EE.UU. afirma que uno de los usos del Programa es localizar yacimientos minerales bajo tierra y para eso la frecuencia necesaria es la misma que produce trastornos en la mente humana, que van desde la desorientación, al despertar de capacidades paranormales. Para hacernos una idea de la influencia de las ondas en la mente humana debemos remontarnos a los estudios que el profesor Schumann hizo en los años 50, que constataban que hay un efecto de resonancia entre la tierra, el aire y la ionosfera, cuyas ondas vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales humanas y de todos los mamíferos.
Estas llamadas Ondas Schumann son fundamentales para la vida y cuando faltan producen graves problemas de salud, como les sucedía a los astronautas antes de que instalaran generadores artificiales de estas ondas en las naves. Sin estas ondas se producen dolores de cabeza, migrañas, desvaríos, se desajustan los ritmos cardiacos... La alteración de las mismas producen efectos más graves.
En los animales uno de los efectos inmediatos sería que alteraría las rutas de migración de aves y peces, al influir sobre los campos de energía sobre los que se guían.
Está claro que el avance científico no garantiza, ni mucho menos, el progreso humano, hace falta algo más para que este tipo de programas no existan o que los conocimientos se usen para el bien común, y ese algo más está fuera de la ciencia. Está en la sociedad, en la política, en los principios éticos de la gente"
Si resulta escalofriante y casi de ciencia ficción imaginar que el Gobierno de Bush se prepara para dominar el clima a su antojo, más estremecedor es constatar un dato evidente: el efecto que una emisión de ondas de baja frecuencia tiene en el cerebro de todas las especies del planeta.
Un documento de la Cruz Roja Internacional advierte de los efectos negativos de la energía radiada e indica las bandas de frecuencia que los produciría. Éstas se corresponden con las que puede transmitir el HAARP. (En Física se les denomina "Ondas transversal-magnéticas". Estas ondas Schumann vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres humanos y de todos los mamíferos en general, a saber: en 7,8 Hertz - ciclos por segundo).
Casualmente EE.UU. afirma que uno de los usos del Programa es localizar yacimientos minerales bajo tierra y para eso la frecuencia necesaria es la misma que produce trastornos en la mente humana, que van desde la desorientación, al despertar de capacidades paranormales. Para hacernos una idea de la influencia de las ondas en la mente humana debemos remontarnos a los estudios que el profesor Schumann hizo en los años 50, que constataban que hay un efecto de resonancia entre la tierra, el aire y la ionosfera, cuyas ondas vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales humanas y de todos los mamíferos.
Estas llamadas Ondas Schumann son fundamentales para la vida y cuando faltan producen graves problemas de salud, como les sucedía a los astronautas antes de que instalaran generadores artificiales de estas ondas en las naves. Sin estas ondas se producen dolores de cabeza, migrañas, desvaríos, se desajustan los ritmos cardiacos... La alteración de las mismas producen efectos más graves.
En los animales uno de los efectos inmediatos sería que alteraría las rutas de migración de aves y peces, al influir sobre los campos de energía sobre los que se guían.
Está claro que el avance científico no garantiza, ni mucho menos, el progreso humano, hace falta algo más para que este tipo de programas no existan o que los conocimientos se usen para el bien común, y ese algo más está fuera de la ciencia. Está en la sociedad, en la política, en los principios éticos de la gente"
Programa HAARP "Vandalismo global"
El proyecto HAARP también es conocido como "The Doomsday Machine", La máquina del Día del Juicio Final.
En Gakona, Alaska, lugar en donde se proponía instalar un ROTHR, existe un misterioso proyecto de la Fuerza Aérea y del “Navy” cuyas capacidades son motivo de alarma para científicos, médicos y ambientalistas alrededor del mundo.
El Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia (HAARP por sus siglas en inglés) es el calentador inosférico más potente del mundo. La milicia alega que algunos de sus propósitos son:
Reemplazar el obsoleto ROTHR
Mejorar las comunicaciones
con submarinos
Bloquear comunicaciones del
enemigo
Tomografía de penetración de
la tierra para detectar armas nucleares y minerales a varios kilómetros de
profundidad
El Departamento de la
Defensa de EU (DoD por sus siglas en inglés) ha afirmado abiertamente que
uno de sus grandes intereses en HAARP es su capacidad de controlar procesos
ionosféricos. Su transmisor, que consiste en 360 antenas de 72 pies de alto,
puede emitir poderosas cargas electromagnéticas hacia la ionosfera que causan
que se caliente y se haga un agujero no menor de 50 Km. de diámetro en ésta.
La ionosfera es la capa del planeta eléctricamente cargada que nos protege de radiaciones cósmicas y de los varios rayos solares (ultravioleta, X, gamma) que son nocivos a la salud. La intención del DoD es perturbar la ionosfera para estudiar como ésta responde y como se recupera. El Dr. Richard Williams de la Sociedad Americana de Física califica esto como “un acto irresponsable de vandalismo global”. Tales experimentos causan efecto tras efecto en todo el planeta.
Existen otras alarmantes capacidades de éste y de otros calentadores ionosféricos descritas en separados documentos federales según nos dicen los científicos Begich y Manning, autores del libro Angels Don’t Play This HAARP: Advances in Tesla Technology:
La ionosfera es la capa del planeta eléctricamente cargada que nos protege de radiaciones cósmicas y de los varios rayos solares (ultravioleta, X, gamma) que son nocivos a la salud. La intención del DoD es perturbar la ionosfera para estudiar como ésta responde y como se recupera. El Dr. Richard Williams de la Sociedad Americana de Física califica esto como “un acto irresponsable de vandalismo global”. Tales experimentos causan efecto tras efecto en todo el planeta.
Existen otras alarmantes capacidades de éste y de otros calentadores ionosféricos descritas en separados documentos federales según nos dicen los científicos Begich y Manning, autores del libro Angels Don’t Play This HAARP: Advances in Tesla Technology:
"La modificación del
clima con propósitos militares ha sido contemplada con anterioridad. Begich
encontró una patente de la ARCO Power Technologies Inc., constructores de
HAARP, que dice que “la modificación del clima es posible... alterando los
patrones de vientos de la alta atmósfera...”
Gordon J. F. MacDonald,
ex-director del Instituto de Geofísica y Física Planetaria de UCLA, escribió en
su libro Unless Peace Comes sobre el uso de ésta tecnología para la
manipulación del tiempo y del clima, descongelación de glaciares, control del
oleaje de los océanos y la manipulación de las ondas cerebrales.
Documentos de la Fuerza Aérea y escritos de Zbigniew Brzezinski (Consejería de Seguridad Nacional del Presidente Carter) hablan sobre transmisores de radiación electromagnética de alto poder para manipular y perturbar los procesos mentales humanos de grandes poblaciones.
Los opositores de HAARP comparan la capacidad ofensiva de éste calentador ionosférico con una “Caja de Pandora” la cual una vez se abra no se podrá cerrar.
HAARP es comparable con el ROTHR en varios aspectos. HAARP y ROTHR son radares que funcionan similarmente aunque ROTHR usa tecnología de los 80’s. Ambos consisten de antenas transmisoras y receptoras. Disparan potentísimas ondas electromagnéticas de alta frecuencia; por esto son usados actualmente para estudios ionosféricos. Ambos utilizan la ionosfera como espejo para hacer llegar su onda más allá del horizonte, cubriendo regiones extensas. Ambos tienen potencial ofensivo, capacidades y usos ocultados. Ambos impactan negativamente el ambiente y la salud.
De la misma manera en que el DoD niega los usos bélicos de HAARP y su daño al planeta en su documento principal, podemos fuertemente considerar que la desinformación de la Marina de Guerra sobre ROTHR es indicio de que tiene aplicaciones de las cuales no se nos quiere informar debido al daño que causaría de ser instalado en nuestra Isla.
Esta es la nueva tecnología militar, la guerra electrónica. Es el motivo más razonable para explicar tanta insistencia en instalar el ROTHR en nuestra Isla, a pesar de su comprobada ineficiencia como estrategia anti-droga.
Recordemos los experimentos de detonaciones atómicas en la Isla de Bikini y en Nevada. Hoy, como ayer, el DoD prometió a sus poblaciones y a sus propias tropas que no sufrirían daño a su salud ni a su ambiente. En cambio, estos fueron terriblemente contaminados con radiación atómica. Fueron “conejillos de India” de sus experimentos. Las autoridades que aprobaron tales proyectos no podrán responder a la pérdida humana de la cual hoy reconocen responsabilidad.
Documentos de la Fuerza Aérea y escritos de Zbigniew Brzezinski (Consejería de Seguridad Nacional del Presidente Carter) hablan sobre transmisores de radiación electromagnética de alto poder para manipular y perturbar los procesos mentales humanos de grandes poblaciones.
Los opositores de HAARP comparan la capacidad ofensiva de éste calentador ionosférico con una “Caja de Pandora” la cual una vez se abra no se podrá cerrar.
HAARP es comparable con el ROTHR en varios aspectos. HAARP y ROTHR son radares que funcionan similarmente aunque ROTHR usa tecnología de los 80’s. Ambos consisten de antenas transmisoras y receptoras. Disparan potentísimas ondas electromagnéticas de alta frecuencia; por esto son usados actualmente para estudios ionosféricos. Ambos utilizan la ionosfera como espejo para hacer llegar su onda más allá del horizonte, cubriendo regiones extensas. Ambos tienen potencial ofensivo, capacidades y usos ocultados. Ambos impactan negativamente el ambiente y la salud.
De la misma manera en que el DoD niega los usos bélicos de HAARP y su daño al planeta en su documento principal, podemos fuertemente considerar que la desinformación de la Marina de Guerra sobre ROTHR es indicio de que tiene aplicaciones de las cuales no se nos quiere informar debido al daño que causaría de ser instalado en nuestra Isla.
Esta es la nueva tecnología militar, la guerra electrónica. Es el motivo más razonable para explicar tanta insistencia en instalar el ROTHR en nuestra Isla, a pesar de su comprobada ineficiencia como estrategia anti-droga.
Recordemos los experimentos de detonaciones atómicas en la Isla de Bikini y en Nevada. Hoy, como ayer, el DoD prometió a sus poblaciones y a sus propias tropas que no sufrirían daño a su salud ni a su ambiente. En cambio, estos fueron terriblemente contaminados con radiación atómica. Fueron “conejillos de India” de sus experimentos. Las autoridades que aprobaron tales proyectos no podrán responder a la pérdida humana de la cual hoy reconocen responsabilidad.
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