Las 7 Profecías
Mayas
Aún hoy en día sigue siendo materia de discusión el origen de los mayas. Al menos leyendo sus libros sagrados, el Chilam Balam y el Popol Vuh, se puede afirmar que llegaron de un lugar lejano, casi legendario para muchos historiadores. Sin embargo, llamar con “nombre y apellido” el lugar de origen de los mayas y ponerlo fuera de discusión en un mapa, es otra cosa. Los investigadores, pues, no se ponen de acuerdo. Existen hipótesis que van desde un supuesto inicio de la cultura maya en las tierras bajas del Petén (Guatemala), o que los conocedores del tiempo eran en realidad descendientes de la misteriosa cultura Olmeca. Otros, despertando sonrisas burlonas en la ortodoxia, hablan de Atlántida. Pero ni unos ni otros han podido desentrañar ese enigma. Si de misterio se trata, los mayas han quemado los “circuitos cerebrales” de numerosos arqueólogos.
Aún hoy en día sigue siendo materia de discusión el origen de los mayas. Al menos leyendo sus libros sagrados, el Chilam Balam y el Popol Vuh, se puede afirmar que llegaron de un lugar lejano, casi legendario para muchos historiadores. Sin embargo, llamar con “nombre y apellido” el lugar de origen de los mayas y ponerlo fuera de discusión en un mapa, es otra cosa. Los investigadores, pues, no se ponen de acuerdo. Existen hipótesis que van desde un supuesto inicio de la cultura maya en las tierras bajas del Petén (Guatemala), o que los conocedores del tiempo eran en realidad descendientes de la misteriosa cultura Olmeca. Otros, despertando sonrisas burlonas en la ortodoxia, hablan de Atlántida. Pero ni unos ni otros han podido desentrañar ese enigma. Si de misterio se trata, los mayas han quemado los “circuitos cerebrales” de numerosos arqueólogos.
Muchas
interrogantes se han venido acumulando por más de 200 años, desde que se
redescubrió en 1773 la ciudadela maya más famosa, y también desconcertante:
Palenque. Este yacimiento arqueológico, construido en piedra caliza
blanca resplandeciente, llama la atención por sus numerosas inscripciones que
cubren las paredes de muchas de sus edificaciones más importantes.
Por
alguna razón, los mayas ―o sus predecesores―, dejaron una pista para ser
descifrada.
Recorriendo
sus ciudades hallamos observatorios en la mayoría de sus asentamientos. De
hecho se ha comprobado que los mayas calcularon, y con exactitud, la longitud
de la órbita de la Tierra alrededor del Sol, trazaron el curso de los cuerpos
celestes, predecían eclipses solares y lunares e inclusive el paso de los
cometas, entre otros fenómenos cósmicos. Por si fuera poco, utilizaron el
concepto de “cero” 500 años antes que los árabes. Eran astrónomos y expertos
matemáticos.
El
11 de julio de 1991, tal como los mayas habían profetizado en uno de sus
códices ―que constituía uno de los cuatro textos escritos sobre corteza de
árbol que sobrevivieron a la conquista española― se produjo un eclipse solar en
México. Este evento astronómico fue el inicio de una de las más importantes
oleadas ovni de todos los tiempos, pues las observaciones fueron documentadas a
través de numerosas filmaciones y ecos de radar de los principales aeropuertos
de México.
Lo inquietante, es que el tratado astronómico de los
mayas que predecía el eclipse, hacía alusión a esta oleada ovni bajo el
misterioso título de: “El Retorno de los Señores de las Estrellas”. ¿Estuvieron
los mayas en contacto con avanzadas civilizaciones estelares? ¿Acaso aquellos
seres les enseñaron el secreto del tiempo?
Los
mayas unieron armoniosamente la ciencia y la religión. La máxima deidad de
ellos fue “Hunab Ku” (Jun= uno; Ab=
diversidad; Ku= armonía divina) la figura poderosa del Sol Central
Galáctico, ubicado a unos 33.000 años luz de distancia de nuestro Sol, que era
conocido bajo el nombre de “Kinich Ahu”. Ellos sabían de que
una energía sobrenatural, emanada del centro de nuestra galaxia, afectaría
nuestro Sol, y por consecuencia de este fenómeno habría un cambio importante en
el campo geomagnético de la Tierra, afectando, también, a todas las criaturas
del planeta. Ello ya está sucediendo y se piensa que a partir del año 2012
―como veremos más adelante, el momento decisivo de la raza humana― ingresaremos
fruto de este proceso a “otra realidad”. No se trata de un evento catastrófico,
sino el preludio de un verdadero nacimiento planetario. Los mayas hicieron
importantes profecías sobre este punto, y he allí el hilo conductor que nos
lleva a la reconexión con el Real Tiempo del Universo…
Según
los extraterrestres, las profecías constituyen “la visión” de un futuro
probable, que puede ser modelado por el ser humano si este posee el
conocimiento suficiente para revertir aquello que por consecuencia lógica debe
suceder. Las profecías son advertencias. En el caso de las que no auguran un
buen momento, el trabajo debe ser intenso para modificarlas. En contraparte,
ante los anuncios positivos ―como la ascensión del planeta a una esfera
superior de consciencia― debemos depositar la energía necesaria para que ello
se cumpla.
Si
bien es cierto, la palabra “profecía” proviene del término griego profetúa,
que significa literalmente “predecir” o “decir antes”, el arte de profetizar va
más allá de adelantarse a los acontecimientos. Es la capacidad de ayudar a la
humanidad a delinear el camino, a tomar decisiones correctas y vivir en armonía
con su entorno. Los mayas lo sabían muy bien, no gratuitamente se adelantaron
varias centurias al momento actual que vive la humanidad.
Como
un ejemplo que invite a reflexión, he aquí un resumen de las Siete Profecías
mayas, de acuerdo a la interpretación de numerosos investigadores:
Primera ProfecíaMenciona un periodo denominado “El Tiempo del no Tiempo”, concerniente a los 20 años previos a la sincronización galáctica del 2012. Durante ese proceso, la humanidad deberá vencer al miedo, en medio de gravitantes cambios que afectarán tanto al planeta como la conciencia colectiva de los seres.
Segunda Profecía
Señala concretamente el eclipse de Sol acaecido el 11 de agosto de 1999. Como recordamos, este evento celeste permitió la formación de una gran cruz cósmica, teniendo como centro a nuestro planeta. No hay que olvidar que el cono de sombra del eclipse recorrió diversos puntos de Oriente Medio, como si estuviese revelando un área de futuros conflictos y momentos difíciles para la humanidad…
Tercera Profecía
Producto de una deficiente sincronía entre el ser humano y la naturaleza, la Tierra empezará a responder con una ola de calor e importantes modificaciones en el clima. Los científicos detectarán cambios significativos en la radiación del Sol. De acuerdo a las últimas fotografías del SOHO, este fenómeno ya está ocurriendo.
Producto de una deficiente sincronía entre el ser humano y la naturaleza, la Tierra empezará a responder con una ola de calor e importantes modificaciones en el clima. Los científicos detectarán cambios significativos en la radiación del Sol. De acuerdo a las últimas fotografías del SOHO, este fenómeno ya está ocurriendo.
Cuarta Profecía
Producto del aumento de la temperatura (sumado todo ello al agujero en la capa de ozono), se producirá el derretimiento de los polos. Una realidad inquietante que la ONU viene subrayando desde marzo del 2003, cuando una gigantesca masa de hielo de 3.250 Km. cuadrados se desprendió de la barrera Larsen, en la costa este de la Antártida.
Quinta Profecía
Habla de un “caos” social y de creencias. El esquema de vida humano registrará inesperados “sacudones”. Esta profecía nos dice que todos los sistemas basados en el miedo se transformarán junto al ascenso del planeta. Los investigadores consideran que además de una crisis económica y de orden global, habrá una crisis tecnológica que afectará la informática y la red satelital, en gran medida por las energías cósmicas que redimensionarán la Tierra.
Producto del aumento de la temperatura (sumado todo ello al agujero en la capa de ozono), se producirá el derretimiento de los polos. Una realidad inquietante que la ONU viene subrayando desde marzo del 2003, cuando una gigantesca masa de hielo de 3.250 Km. cuadrados se desprendió de la barrera Larsen, en la costa este de la Antártida.
Quinta Profecía
Habla de un “caos” social y de creencias. El esquema de vida humano registrará inesperados “sacudones”. Esta profecía nos dice que todos los sistemas basados en el miedo se transformarán junto al ascenso del planeta. Los investigadores consideran que además de una crisis económica y de orden global, habrá una crisis tecnológica que afectará la informática y la red satelital, en gran medida por las energías cósmicas que redimensionarán la Tierra.
Sexta Profecía
Menciona la cercanía de un cuerpo celeste a nuestro mundo, como detonante final del “cambio de los cambios”. Los estudiosos piensan que esta profecía se refiere a un cometa. No sería del todo descabellado, pues para los mayas los cometas eran signos de nuevas etapas en la civilización, una “señal” de los dioses. Sobre este punto, podríamos citar el devastador Tsunami de diciembre del 2004, que comprometió diversos países de Asia.
Menciona la cercanía de un cuerpo celeste a nuestro mundo, como detonante final del “cambio de los cambios”. Los estudiosos piensan que esta profecía se refiere a un cometa. No sería del todo descabellado, pues para los mayas los cometas eran signos de nuevas etapas en la civilización, una “señal” de los dioses. Sobre este punto, podríamos citar el devastador Tsunami de diciembre del 2004, que comprometió diversos países de Asia.
De
acuerdo a los Guías extraterrestres no fue un movimiento sísmico el que generó
el maremoto, sino el impacto de un meteorito. ¿Se nos ocultó la verdadera causa
del incidente en el Golfo de Bengala? Lo cierto es que la NASA sabe muy bien el
peligro que supone una colisión estelar; no en vano, en enero de este año,
lanzaron al espacio la operación “Deep Impact”, que lleva el nombre de una
conocida película de ciencia-ficción donde se procuraba “detonar” un cometa
para que este no impacte con la Tierra. No extrañaría que la NASA pretenda
hacer lo mismo, aunque, a nivel oficial, afirma que sólo se trata de un estudio
del núcleo de los cometas. Ya el tiempo confirmará si estaban experimentando
con armas nucleares que puedan destruir o desviar cuerpos en ruta de colisión a
nuestro mundo.
Séptima Profecía
El sistema solar saldrá de la noche para entrar en el “amanecer” de la galaxia. El año 2012 es el momento marcado para ese ingreso. El inicio de un Nuevo Tiempo.
El sistema solar saldrá de la noche para entrar en el “amanecer” de la galaxia. El año 2012 es el momento marcado para ese ingreso. El inicio de un Nuevo Tiempo.
¿Qué significa esto?
El tiempo según los mayas
Como vemos, la obsesión de los mayas fue el “tiempo”. Para comprenderlo llegaron a desarrollar 17 calendarios. Sin embargo, aquellos calendarios sólo marcaban ciertos ciclos que la humanidad debería interpretar, y no el misterio profundo del tiempo. Independientemente de que la palabra “tiempo” derive del latín “tempos”, que significa literalmente “La duración de los fenómenos”, el tiempo en sí, en la pureza de su concepto, es difícil de definir y explicar. Desde luego va mucho más allá de cualquier intento de definición. Para algunos, su evocación encierra una clave “entre líneas”:
Como vemos, la obsesión de los mayas fue el “tiempo”. Para comprenderlo llegaron a desarrollar 17 calendarios. Sin embargo, aquellos calendarios sólo marcaban ciertos ciclos que la humanidad debería interpretar, y no el misterio profundo del tiempo. Independientemente de que la palabra “tiempo” derive del latín “tempos”, que significa literalmente “La duración de los fenómenos”, el tiempo en sí, en la pureza de su concepto, es difícil de definir y explicar. Desde luego va mucho más allá de cualquier intento de definición. Para algunos, su evocación encierra una clave “entre líneas”:
“Quien posee tu tiempo posee tu mente; posee tu
propio tiempo y conocerás tu propia mente”.
Esta
frase del investigador norteamericano José Argüelles, no está muy lejos de un Koan
Zen o enseñanza budista. En este caso, Argüelles se basa fundamentalmente en la
sabiduría maya que advierte a la humanidad de un gran cambio que nos conduce a
un tiempo diferente, en armonía con el Cosmos. Pero sugiere algo más: de la
misma manera en que el aire es la atmósfera de nuestro cuerpo, el tiempo es la
“atmósfera” de nuestra mente. La conexión tiempo-mente es también mencionada
por los extraterrestres, y parece formar parte del tránsito de nuestro mundo al
Real Tiempo del Universo. En otras palabras, “el tiempo es mental”, y tras este
principio reposa el mayor de los misterios.
Volviendo
al conocimiento maya y sus calendarios de eventos cósmicos, ellos hablaron de
una “Cuenta Galáctica” de 5.125 años como el ciclo que precede aquel “tiempo
nuevo” para la humanidad. El inicio de esta cuenta arrancaba en el momento en
que se inició su civilización. De acuerdo a diversos estudiosos de sus
calendarios, ello habría sucedido en el año 3113 a. C.
Si
esto es verdad, aquel “plazo” se cumple en el 2012, el año clave que señala la
séptima profecía maya.
Esta información, muy extendida a través de documentales de televisión y numerosos libros, muchas veces omite que el evento no ocurriría exactamente el 22 de diciembre de aquel año, sino que a partir de esa coordenada empezamos a vivir un amanecer colectivo que será más o menos evidente acorde a nuestra preparación y nivel de conciencia. Aquel evento del que hablaron los mayas, es observado detenidamente por diversas civilizaciones extraterrestres. Todo ello entronca perfectamente con la creación de un tiempo artificial en nuestro mundo, como mencionaba líneas arriba. Más allá de los calendarios, queda en evidencia de que existe un conocimiento perdido al que los mayas accedieron: estamos viviendo en una suerte de “dimensión paralela”. Pero, ¿por qué y para qué?
Esta información, muy extendida a través de documentales de televisión y numerosos libros, muchas veces omite que el evento no ocurriría exactamente el 22 de diciembre de aquel año, sino que a partir de esa coordenada empezamos a vivir un amanecer colectivo que será más o menos evidente acorde a nuestra preparación y nivel de conciencia. Aquel evento del que hablaron los mayas, es observado detenidamente por diversas civilizaciones extraterrestres. Todo ello entronca perfectamente con la creación de un tiempo artificial en nuestro mundo, como mencionaba líneas arriba. Más allá de los calendarios, queda en evidencia de que existe un conocimiento perdido al que los mayas accedieron: estamos viviendo en una suerte de “dimensión paralela”. Pero, ¿por qué y para qué?
El 14 de febrero de 1990, la sonda Voyager —el
“viajero espacial”— dirigió su tecnología de búsqueda de vida extraterrestre a
nuestro planeta, como si se tratase de una prueba del equipo antes de abandonar
las fronteras de nuestro sistema solar. A la distancia, nuestro planeta lucía
como un pálido punto azul en el cosmos. Esta imagen que enviara la sonda
conmovió a muchos científicos, incluyendo al célebre Carl Sagan. Pero un hecho
adicional también les remecería: grande fue la sorpresa de los científicos al
ver que el equipo del Voyager no reportaba “condiciones de vida” en la Tierra
(!).
Y me pregunto: ¿Esta es la sonda que enviamos para buscar vida extraterrestre?
Más
allá de las accidentadas explicaciones de la NASA —“fallos técnicos”, “mala
interpretación del incidente”, entre otros patinazos— nos encontramos ante un
fenómeno que fue registrado por el ingenio espacial. Para Sixto Paz, la
“anomalía” debe su explicación a una gran puerta dimensional que se encontraría
entre las órbitas de Júpiter (“El Instructor”) y Saturno (“Kronos” o “El
Tiempo”), lugar de paso de la sonda norteamericana. En esa misma zona espacial,
Argüelles ya identificaba el escenario de lo que llamó “la guerra del tiempo”.
Y es que esa “puerta” es uno de los puntos de conexión con el Real Tiempo del
Universo. El Voyager, al “entrar” en ese umbral estelar, habría visto a la Tierra
como se ve realmente en el Universo: un mundo sin seres humanos…
Aunque
esta información resulta chocante, nuestra existencia en una “realidad
paralela” es parte de un plan orquestado por esferas superiores de conciencia,
allí donde fluyen las altas Jerarquías de Luz.
Así
pues, la Tierra no es en verdad una nave espacial en movimiento a través del
Universo, sino una nave del tiempo. Y sin duda, los mayas fueron iniciados en
aquel concepto. E inclusive —al menos para mí no cabe duda—, accedieron a determinadas
informaciones gracias a los “Señores de las Estrellas”.
¿Hay
indicios de vida inteligente en el Cosmos? ¿Si existen pruebas de que no
estamos solos, quién o quiénes procuran silenciar semejante revelación?
Antes
de abordar el “Plan Maestro” que involucra nuestro mundo —y por consecuencia la
“creación” de un tiempo alternativo—, exploremos un poco las sorpresas que nos
tiene reservadas el espacio. Y no tan lejos de la Tierra…
Sino
que sentido tienen esos hombres de negro.
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