Hacia la Criminalización del ciudadano ordinario
Asistimos actualmente a un
inquietante desliz del Derecho penal. Varias leyes tienden a un mismo objetivo:
condenar al ciudadano ordinario a sanciones de encarcelamiento, mismo si no ha
cometido ningún crimen...
La Criminalización de la vida cotidiana
Mientras el "mundo de arriba" beneficia de una
impunidad sin limite por sus crímenes financieros, económicos, ecológicos o
sociales, el "mundo de abajo"
esta sometido a un control incesante y a una represión desproporcionada en
relación con sus actos.
Desde hace 2 años por ejemplo
en Francia, las nuevas leyes han aparecido simultáneamente en los países
occidentales: su objetivo es que el ciudadano ordinario se convierta en
condenable a la cárcel por actos de la vida cotidiana.
-Cárcel para los padres cuyos
hijos no van al colegio.
-Cárcel para aquellos que no
compran su billete de tren.
-Cárcel por exceso de
velocidad. (Al principio del mes de
Diciembre, un automovilista fue condenado a 2 años de cárcel sin derecho a
libertad condicional, por un simple exceso de velocidad, sin haber causado
accidente)
-Cárcel si usted causa la muerte
de un tercero en un accidente de carretera (10 años de cárcel, es decir una sanción de reclusión mayor que para
otro tipo de condenas pronunciadas o realmente ejecutadas como en el caso de
violencia premeditada, violaciones, actos de tortura, o asesinatos)
-Cárcel si uno de los suyos
que le acompañaba muere a causa de su error en el manejo de su coche.
-Cárcel para los excluidos
del sistema económico, mendigos o squatters...
En el nuevo orden que se
instaura actualmente sin suscitar una verdadera oposición, el ciudadano
ordinario del mundo de abajo será sometido a una vigilancia electrónica permanente, una
opresión permanente, y un miedo o temor omnipresente. Por que quien siembra el
miedo cosecha el sometimiento.
La invención del concepto de
"peligrosidad"
Desde hace una decena de
años, los medios de comunicación social han introducido progresivamente una
palabra y un concepto que no existían antes: la "peligrosidad(o problema
de seguridad). Tal como George Orwell lo había previsto en su libro
"1984", la introducción de nuevas palabras o la supresión de palabras
antiguas en el lenguaje son un medio poderoso de manipulación de las mentes.
En vez de referirse
simplemente de "peligro", los medios de comunicación han inventado (o más
bien "retomado") este concepto de "peligrosidad". La idea es
que mismo si algo o alguien no es realmente y objetivamente peligroso, él
podría serlo potencialmente. La
apreciación del peligro potencial siendo de orden subjetivo, todo inocente se
vuelve potencialmente culpable.
Un desliz inquietante del
Derecho
Una vez que los medios han
preparado el terreno e introducido este nuevo concepto, los gobiernos han
creado nuevas leyes y nuevos delitos basados sobre las nociones jurídicas
ambiguas. Es así que se ha creado penas de cárcel por la "puesta en
peligro de terceros". En virtud de esta ley, una persona puede ser
encarcelada misma si ella no ha causado ningún daño real a otro.
Gracias al pretexto del 11 de Septiembre, una etapa suplementaria
ha sido franqueada en los Estados Unidos con el principio de "detención
preventiva". En materia de terrorismo, usted puede ser encarcelado por una
duración ilimitada (sin juzgamiento y sin límite de plazo para su juzgamiento),
si pensamos que usted "podría" cometer un acto de terrorismo. Por
ejemplo, poseer libro sobre ecología puede hacer suponer que "podría"
cometer actos de terrorismo ecológico. La noción de acto terrorista puede ser
así extendido a hechos de no tienen nada que ver con el terrorismo.
Este desliz inquietante del
Derecho consiste en la señalización de las INTENCIONES y no de los ACTOS.
Es absolutamente contrario al
estado de derecho, a la democracia, y a los derechos más elementales del
hombre. La penalización de los actos o de las intenciones es exactamente lo que
diferencia la democracia del fascismo.
La
penalización de las intenciones es el instrumento jurídico que va a permitir a
los Amos del Mundo para pasar a la próxima etapa de su plan: encarcelar
personas por sus opiniones o por un consu
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