Todo tendrá un desenlace feliz.
1. Las promesas de Dios no
hacen excepciones. 2Y Él garantiza que la dicha será el desenlace
final de todas las cosas. 3De nosotros depende, no obstante, cuándo
habrá de lograrse eso: hasta cuándo vamos a permitir que una voluntad ajena
parezca oponerse a la Suya. 4Pues mientras pensemos que esa voluntad
es real, no hallaremos el final que Él ha dispuesto sea el desenlace de todos
los problemas que percibimos, de todas las tribulaciones que vemos y de todas
las situaciones a que nos enfrentamos. 5Mas ese final es seguro. 6Pues
la Voluntad de Dios se hace en la tierra, así como en el Cielo. 7Lo
buscaremos y lo hallaremos, tal como dispone Su Voluntad, la Cual garantiza que
nuestra voluntad se hace.
"Un Curso de Milagros"
Libro de ejercicios (Lección 292)
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