Sensuales Damas
Oír
de nuevo en el silencio.
Vivir
de trinos y de hojas.
El
susurro tibio del aire, donde las almas viejas viajan.
Sentir
otra vez como entonces…
Es
la espina aguda del deseo…
Mientras
nos pasa la juventud.
Vivo
en un sueño del dios tiempo…
Ir
a aquel jardín incierto,
que
tras aquellos arcos dibujan los jazmines y magnolias;
guardando
en sus gracias un secreto.
De
viejas damas que ahogaron el deseo,
no
se hizo fecundo sus pasiones escondidas.
Eran
inconscientes de su propia hermosura,
aquella
que se escondía en los pliegues ya caducos.
Que
profundo escalofrió en su piel ajada;
Sabiendo
el no retorno a las pasiones ocultas.
Solo
reviven lo que pudo ser y no fue…
Lo
que pudieron sentir solo en su imaginación.
Son
como ardiente flor nutrida de savia,
que
tras fructuosas telas ocultan sus cuerpos.
Son
como almas jóvenes que no renuncian al deseo,
con
ganas de sentir todo aquello que abrigaron, viven en el tiempo agotado…
En
un cuerpo que no responde a sus anhelos,
prisioneras
de su “yo” de su material espejo.
A ellas con amor; jóvenes
niñas; esperando su cuerpo nuevo.
ERM
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