Origen del
efecto de las Afirmaciones
La palabra del hombre es el Espíritu en el
hombre. Las palabras habladas son sonidos producidos por las vibraciones de los
pensamientos. Los pensamientos son vibraciones emitidas por el ego o por el
alma. Deberíais saturar cada una de vuestras palabras con las poderosas
vibraciones de vuestras almas.
Si un hombre es incapaz de infundir en sus
palabras la fuerza del espíritu, el suyo es un lenguaje muerto. Cuando hablamos
demasiado, o cuando exageramos o falseamos los hechos, nuestras palabras se
vuelven tan inefectivas cual balas de papel disparadas con un rifle de juguete.
Es por ello que tanto las palabras como
las plegarias de personas locuaces o inescrupulosas en su lenguaje, suelen
carecer de poder para operar un cambio positivo en el curso de los
acontecimientos. Las palabras de los hombres deberían expresar no solamente la
verdad, sino también su propia comprensión y realización [de dicha verdad].
Un lenguaje desprovisto de la fuerza del
espíritu, se asemeja a una coronta de maíz desprovista de sus granos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario