jueves, 28 de junio de 2012

Transformación


Transformación

A un discípulo que siempre estaba quejándose de los demás, le dijo el Maestro: "Si es paz lo que buscas, trata de cambiarte a Ti mismo, no a los demás. Es más fácil calzarse un par de zapatillas que alfombrar toda la tierra."
Suelta el yo

Un hombre se presentó ante buda con una ofrenda de flores en la mano. Buda lo miró y dijo: "¡Suéltalo!"  El hombre no podía creer que se le ordenara dejar caer las flores al suelo. Pero entonces se le ocurrió que probablemente se le estaba insinuando que soltara las flores que llevaba en su mano izquierda, porque ofrecer algo con la mano izquierda se consideraba de mala suerte y una descortesía. De modo que soltó las flores que sostenía en su mano izquierda.  Pero Buda volvió a decir: "¡Suéltalo!" Esta vez dejó caer todas las flores y se quedó con las manos vacías delante de Buda, que sonriendo, repitió: "¡Suéltalo!"  Totalmente confuso, el hombre preguntó: "¿Qué se supone que debo soltar?"  "No las flores, hijo, sino al que las traía", respondió Buda.


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