Analfabetismo
obediente
De cuanto
tiempo hablamos cuando pretendemos ocultar ya sea por falta de valentía o por
la falta de apoyos, aquellas punzantes historias que nos perjudican, cuando
dejaremos de lamentarnos para iniciar por fin la defensa por nuestros valores e
intereses, desamparados miramos a las alturas y con los puños prietos
chillamos, lloramos pidiendo una solución y decepcionados advertimos como
aquellos que no se implican se tapan los oídos y se alejan.
Anhelamos
el deseo a la justicia cuerda y reflexiva, pero la contemplamos distraída y
absorta en vanas ideas, y apreciamos que el único interés que los mueve es la
de alejarnos de nuestros derechos, y ahogarnos en obligaciones.
Nos
exterminan con sus ensayos y experimentos por tierra, mar y aire, se valen en
decirnos que no son más que sueños e ilusiones, y algunos de nosotros llegados
a este punto ya desconfiamos de todo y de todos, la evidencia es cada día mas
clara, pero una vez más seguimos sin hacer nada.
Descaradamente
nos mienten día tras día, y algunos de nosotros apreciamos o percibimos la
constante coacción a la que nos ansían educar, hipócritamente y mirándonos a
los ojos y como si fueran fuegos artificiales nos presentan sus ideas, para
luego mas tarde y con menos pirotecnia sacárnoslos, nos replantean un futuro
creado por ellos como el mejor y mas sano, y sin mas nos vemos cabeceando en
plazas, en las entradas del metro, en los portales de algunas casas, en los
cuartos de los cajeros automáticos, en definitiva sin hogar, sin derechos y en
la calle, haciéndonos forzadamente y sin otra razón amigos del hambre, frió,
enfermedades e incluso en algunos casos la degradación de cuatro animales que
se divierten así con sus barbaries.
Como
cuervos y de la apariencia viven de nuestras adversidades porque no saben como
solucionarlas, se inventan discordias haciéndonos a nosotros culpables de las
mismas, y como supuestos delincuentes teniéndolas que solucionar.
Nos hacen creer
que para tener un futuro mas feliz el consumismo es lo mejor, y al final
acabamos buscando ropa raída o un trozo de pan en los basureros, ya no
trabajamos, no contribuimos con ningún impuesto, tampoco cotizamos por consiguiente
somos un problema que este sistema quiere atajar, y estas pobres almas perdidas
que agonizan sobreviven en un injusto sistema, se quieren morir, pero no
pueden, porque aun ay alguien que les dice papa.
Nos están
exterminando y no se quiere ver la realidad, hoy aquellos 8.000.000 de
indigentes que mal viven en cualquiera de las calles de nuestras ciudades
fueron dueños de un pasado bonito, en la que también tenían deseos e ilusiones,
y hoy algunos de vosotros que no os hacéis cargo no entendéis que de continuar
así también podríais vivir esta misma experiencia.
Una sombra
negra se cierne sobre los mas necesitados, unos pocos y sin ningún apoyo contemplamos
un futuro incierto y nada se hace por evitar lo inevitable, los ancianos solo
les queda esperar, la juventud es una incógnita, y los que ahora nacen esperan
tener un mundo o herencia mejor, es inevitable hoy día la inocencia se paga
caro.
Si todos
somos creación de Dios nadie debería ser más que nadie, el mundo es hermoso
pero mientras existan personas egoístas la discordia estará siempre sembrada entre
nosotros, no conoceremos ese mundo que queremos dejar como herencia a nuestros
hijos sino actuamos ya, no esta la solución en las disputas para eso ya se
bastan ellos, nuestro ejemplo es el camino a la no violencia, y nuestra
salvación deberá venir por la pasión que proyectemos desde el corazón, de nada
sirve salir a nuestras plazas y calles a gritar, nada se conseguirá, solo la
buena intención alimentada desde el espíritu será la fuerza que hará que un día
todo cambie al fin.
MABULI
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